500 gr de harina de trigo
5cl de aceite de oliva
½ cucharadita de sal
15 cl de agua tibia
50 cl de crema de leche espesa
4 cebollas
100 gr de queso gruyère
200 gr de tocino en trocitos
Precalienta el horno a 200º.
Primero prepara la masa, poniéndola en una superficie limpia. En el centro pon el aceite de oliva, la sal y agrega poco a poco el agua tibia mientras amasas hasta obtener una textura homogénea.
Deja reposar la masa durante 15 minutos, luego haz una bola y córtala en dos. Seca la superficie de trabajo, agrega un poco de harina para que la masa no se pegue y comienza a extender la masa con un rodillo hasta obtener una masa de 2 milímetros de grosor, cuadrada o redonda, como prefiera tu horno. Esta operación requiere fuerza, consíguete un pinche, como yo. Repite la operación con la masa restante.
En un recipiente mezcla la crema de leche con una pizquita de sal y de pimienta. Corta las cebollas en rodajas.
Vierte la crema sobre la masa, agrega la mitad de las cebollas y la mitad del tocino y reparte uniformemente.
Agrega el queso por encima. Este queso gruyère, el queso cotidiano de los franceses, puede ser reemplazado por un queso tipo mozzarela.
Hornea durante 20 minutos. Sirve y acompaña la cucha flambeada con una ensaladita para la calmar la consciencia.
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