Vi una receta parecida en un programa, con coliflor y zanahorias al vapor. Pensé que era una lástima salir en televisión con una receta condimentada mediocremente y con mi ego desmesurado de nuevo chef (¿ya se pillaron mi toca?), adapté la receta a nuestros gustos más exóticos.
Para esta receta se necesita:
1 taza de quinoa (¿por qué no reemplazarla por una de trigo?)
½ pimentón
1 zanahoria rallada
3 huevos
Perejil o cilantro picados
Curry
La quinoa, parte integrante de mi cocina, se cocina como el arroz más simple. 1 taza de quinoa, por dos tazas de agua, una pizquita de sal y listo el pollo.
A continuación hacemos un guiso, mi mamá lo sabe, mis tías lo saben, mi papá tal vez no… Pero un guiso, cuya base es en general, un tomate, una cebolla y un diente de ajo, se declina de mil maneras diferentes, sean creativos. En mi caso, decidí agregar un pimentón picado y una zanahoria rallada (supongo que Momo y Lulu omitirán este segundo ingrediente), pero seguramente también podrían agregar berenjena, apio y 200 pesos de revuelto.
Sofrían los ingredientes elegidos con un poco de aceite y condimenten al gusto, un poquito de jengibre en polvo, curry, trisazón, sal y pimienta. Cuando la quinoa esté lista, mezclen los ingredientes en un recipiente y agreguen los huevos para formar una masa líquida.
Calienten aceite en una sartén y a fuego moderado depositen 3 o 4 cucharadas de la mezcla, teniendo cuidado de que no se convierta en una crepe. Cuando estén bien doraditas de un lado, voltéenlas y al sacarlas, deposítenlas en papel de cocina, para absorber el aceite.
Decidí hacer un plato 100% vegetariano y acompañé mis torticas con una cremita de lentejas, cocidas con cebolla y ajo, y licuadas con un par de cucharadas de crema de leche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario