[Domingo
11 de noviembre]
Para la sopa de calabaza con alegría necesitas 4 cuadritos de chocolate Cruz sin azúcar o alguno de sus semejantes, una calabaza pequeña, una cebolla y 1 litro de agua. Corté la calabaza y la cebolla en tiras finas. Dispuse la mitad en un plato para hornear previamente aceitado, en un horno previamente calentado a 250º. Al disponerlas en el plato las mezclé bien para que se impregnaran ligeramente con el aceite y la sal. Horneé las tiras durante 15 minutos. Puse la mitad restante de la calabaza a hervir durante 10 minutos con sal y pimienta. Cuanto estuvo cocida le agregué el chocolate y licué la mezcla para obtener un menjurje homogéneo. En mi obsesión con las especias le agregué a mi sopa de alegría una buena cucharadita de ishpink, también conocida –me acabo de enterar– como flor de canela y que tiene un aroma caneloso y pimientoso. Era exactamente lo que necesitaba, una sopa cálida, espesa, colorida –habiendo dispuesto las tiritas horneadas de calabaza como decoración encima de la sopa– y amarga… sí, me quedó horrible, la calabaza y el chocolate no hacen buena pareja y eso a pesar de mis intentos de endulzar un poco su relación. Fue un fiasco total. Bueno, casi total, la foto me quedó correcta.
[Lunes
12 de noviembre]
La
terapia culinaria de ayer, aunque culminada con un fracaso, me sirvió. Me
siento más tranquila, más optimista y de humor reciclón, porque si la vida me
da sopa de calabaza achocolatada fea, yo hago un guiso de pollo con ella.
Para
hacer
un guiso de pollo con calabaza achocolatada necesitas una cebolla, dos
dientes de ajo, dos tomates y un pollo. Un pollo que bauticé María y que
despresé violentamente con cierto placer sádico y con una sonrisita
vindicativa
en el rostro.
Preparé
un guiso tradicional, con el tomate, la cebolla y el ajo en el aparatito más
indispensable de mi cocina: la picadora. Agregué el guiso a las presas pollo y
lo dejé marinando con salsa de soya, garam massala, sal y el
ahora ineludible ishpink durante 1 hora. Al cabo de mi capítulo de Revenge (1x18),
saqué las presas de pollo y las puse a sofreír en aceite hasta que estuvieran
doradas. Le agregué el resto del guiso, 2 cucharadas de azúcar moreno, y a
fuego lento y cubierto, lo dejé cocinando durante 10 minutos. Cuando el pollo
estuvo cocido le agregué el menjurje achocolatado tímidamente. Mezclé y probé,
grité de emoción y me fui a dar una vuelta por todo el apartamento saltando y retozando
alegremente. Agregué el resto del menjurje y llamé a Elouan: mi pollo calabazado
y achocolatado es un éxito, mi suerte está cambiando, por primera vez desde la
semana pasada me siento feliz.
Qué alegría leerte con tu pollo achocolatado. Cuando dijiste desprender a " María" pensé en mi mamá y de cierta forma tuvo sentido. Lol Qué buena la foto indeed. Y revenge? revenge la de amanda clark? porque si es asi yo me veo eso y me encanta :3 saluditos a la chef.
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